Mi primera apuesta importante por comunicar lo que hoy en día significa el alimento para mí, fue en mi matrimonio.
Hice un requerimiento de un menú con ingredientes 100 % naturales, orgánicos y locales. Panes de masa madre, quesos veganos y lácteos madurados de la mejor calidad. En un maridaje perfecto para la sensación de contacto con la boca y nutrientes sin contaminantes para la mejor nutrición del cuerpo.
Alimentos con el mínimo de procesamiento para conservar su forma más saludable. Los ingredientes para su cocción de la mejor calidad que la naturaleza nos ha dado: Aceite de oliva, aceite de coco, vinagreta de avellanas, mantequilla de ajo rostizado, germinados, entre muchas más delicias!
Salak, el proveedor de comida hizo una puesta en escena maravillosa, cumpliendo con cada uno de los requisitos en un menú con los mejores comentarios de nuestros invitados. Desde el día que lo probaron hasta el siguiente, me encargué personalmente de preguntar a personas que conozco muy sensibles a la alimentación y la respuesta fue: cero inflamación y sensación de satisfacción absoluta por haber probado las exquisiteces nutritivas que ofrecimos.
El éxito de este menú, fue que respondió al diseño de una selección de platos que hice desde mi corazón respondiendo a las siguientes preguntas: ¿Qué tipo de comida alimenta mi alma? ¿Cuáles alimentos me hacen sentir segura? ¿De dónde deben venir ? ¿Cuáles me hacen más saludable, vital y energética para cumplir mis sueños? Tuvo un impacto profundo en nuestros invitados. Los animé, antes de empezar a comer, a disfrutar cada olor, aroma , textura y sabor, con conciencia. Mientras conversaban con sus queridos y celebrábamos el amor que nos reunió a todos y nos unió como pareja.
Ese es para mí, el gran resignificado del alimento!
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